El presente libro trata de exponer una teoría sobre la naturaleza del tiempo que, literalmente hablando, haría que el cadáver de Einstein se retorciera dentro de su tumba. La idea no es nueva: cuando Aristóteles la llevó como materia, durante los largos años que la estudió en la Academia, opinó que "En la teoría la hallo muy lógica, pero, en la práctica, muy cercana a la insensatez." Por cierto que él no creyó que fuera más que un acertijo, un juego mental al que llamó "Metafísica".Pero la metafísica es bien real. De hecho es lo único real que hay. Es una descripción de lo que subyace bajo las aparencias de este mundo fantasmagórico que percibimos. Bien podemos hallarla extraña, insólita o hasta sacrílega. Pero lo único que importa es que resuelve los casos de las premoniciones, en donde el futuro es ya una actualidad desde donde el pasado se puede cambiar. Y, si es cierta, tenemos ya abiertas las puertas del tiempo.
Los viajes a través del tiempo y del espacio pronto serán una realidad cotidiana. Lo único que hasta ahora nos ha impedido realizar este sueño son las ideas erradas que se tiene sobre la naturaleza del tiempo.
Aplicados aquí al fértil campo de las premoniciones, en este libro se examinan los conceptos que sobre el tiempo tenía una civilización milenaria, ya desaparecida, que seguramente fue capaz de efectuar dichos viajes.
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